De Gabi

En la primera mitad del siglo XX, El Instituto Tavistock, a través de su principal titiritero, Edward Bernays*, yerno de Freud, generó tendencias a la población, mediante el desarrollo de la Propaganda. Más allá de su influencia en Goebbels, posteriormente al término de la segunda guerra, los cerebros del Tavistock manipularon el inconsciente colectivo, dirigiéndolo al corral conformista del consumo masivo.  Ya habría tiempo, décadas después, para ordenarles a los médicos que recomendaban el tabaco y la grasa, que cambiaran totalmente de opinión y aconsejaran todo lo contrario. Las ovejas entenderían. No hay que dar tantas explicaciones. Así, también, se construye un candidato, y porqué no, un presidente. Se siembran unas cuantas opciones, se las presenta en sociedad y se espera la repercusión de cada una. Hoy hay innumerables pantallas y redes para mostrar, confrontar y medir a los elegidos luciéndolos como "nuevos dirigentes". Una vez hecha la primera selección, medida en p

 En 2016, los hermanos Cohen estrenaron una fascinante burla sobre estrellas de Hollywood e ideologías, y como es su costumbre, sobre los niveles de estupidez de la masa ante el temor a la autoridad y su torpeza para elegir al líder. Parte de la trama incluye a una pandilla intelectualoide marxista, encarnada en los escritores de la industria de la época-pre macartismo-, que se arriesgan a secuestrar a una estrella en plena filmación, de una película ambientada en los orígenes del cristianismo. El sueño húmedo de la escuálida izquierda argentina, es ocupar un lugar rasputiniano, al lado del autócrata de turno y susurrarle al oído reformas agrarias y pogromo para la clase media que no acepta la lucha marxista. No cantan el himno, ni respetan los símbolos nacionales, pero cobran del estado la dieta como diputados. No es un país generoso. Es estúpido. Los K utilizaron el paro cardíaco de un service de las FARC, para incendiar las horas pre PASO, pero dos días después, con el León con Aspe